Eventos con propósito: claves para convertir tu participación en resultados reales
- Karina Velásquez
- 26 may
- 5 Min. de lectura
Autor: Karina Velásquez
Líder de Mercados en Créame

En muchas ocasiones, he dirigido espacios de relacionamiento y networking en el marco de feria o eventos empresariales, y generalmente, en estos eventos participan dos tipos de personas completamente distintas: La primera, llega con su material publicitario, muestras, lista de contactos previamente analizados, actitud enfocada y su pitch preparado. La segunda, es aquella que participa para ver qué oportunidades encuentra, sin mucha preparación previa. Generalmente, al final de la jornada, la primera, sale con varios contactos potenciales y tres o más reuniones agendadas para alianzas estratégicas o exploración de negocios; mientras que, la segunda, sale con algunas tarjetas sueltas, la sensación de que “estuvo interesante su participación”, sin embargo, con muchos aprendizajes sobre qué más preparar ante una próxima oportunidad como estas”. Esta es una pequeña muestra de que, participar en ferias, ruedas de negocios o eventos empresariales no es solo asistir. Es una oportunidad real para crecer, conectar y abrir nuevas puertas, si lo haces con intención y estrategia.
En este artículo, te comparto cómo prepararte antes, actuar durante y aprovechar al máximo lo que ocurre después del evento, para que no se convierta en una experiencia más, sino en una verdadera plataforma de oportunidades de crecimiento para tu negocio o empresa.
Todo comienza con un propósito: define qué te motiva a participar
Antes de pensar en el stand, las tarjetas o los souvenirs, lo primero es tener claro por qué estás participando. ¿Vas a vender? ¿A buscar aliados? ¿A posicionarte? ¿A aprender? La respuesta define todo lo demás: desde el tipo de evento que te conviene, cómo participar, cómo debes presentarte y hasta con quién necesitas hablar durante el evento. Por ejemplo, si estás lanzando un nuevo servicio, una feria comercial con alto flujo de público puede darte visibilidad y nuevos leads. Pero si tu meta es expandirte a otra región, una rueda de negocios donde puedas conversar uno a uno con empresas del territorio será mucho más efectiva. Cuando no tienes claro tu propósito, es fácil perder tiempo en charlas que no llevan a nada. Cuando lo tienes claro, cada conversación cuenta.
Elegir el evento correcto: no todos son iguales, pero todos pueden sumar
No todos los eventos tienen el mismo formato ni el mismo público, pero cada uno ofrece oportunidades si sabes identificarlas. Las ferias comerciales te permiten mostrar tus productos y acercarte a clientes potenciales. Los encuentros empresariales o ruedas de negocios son ideales para exploración de alianzas y negocios B2B, mientras que los foros o congresos sectoriales, aunque más académicos, te posicionan como experto y te conectan con actores clave del ecosistema. Incluso en espacios más informales —como un desayuno empresarial o un coctel de networking— puedes encontrar al próximo aliado o cliente, si vas con una intención clara.
La preparación comienza mucho antes del evento: y es tu mejor ventaja
Una buena participación no empieza el día del evento, sino días, o semanas antes. Investiga quién estará allí, revisa la agenda, identifica a los participantes que te interesa conocer y, si puedes, agenda reuniones con anticipación. Muchos eventos tienen plataformas para hacerlo. Ten listo un discurso claro y corto sobre quién eres, qué haces y qué estás buscando. Asegúrate de llevar materiales clave como tarjetas, brochures, muestras de producto o un código QR a tu portafolio. La diferencia entre improvisar y anticiparte puede ser la diferencia entre una conversación casual y una oportunidad concreta.
Durante el evento: conecta con intención, no por obligación
Ya en el evento, no se trata de hablar con todo el mundo, sino con las personas que realmente te pueden acercar a tu objetivo. Observa, identifica, acércate con seguridad, adapta tu discurso al contexto y al perfil de la persona con la que estás interactuando. Escucha activamente, toma nota, y sé generoso: a veces una recomendación, una idea o una conexión para otro dice más que cualquier pitch de venta. Si tienes un stand, conviértelo en un espacio que invite a la conversación, no solo a entregar volantes. Un diseño limpio, mensajes claros y una actitud abierta pueden marcar la diferencia. Más que exhibir, se trata de generar una experiencia que motive a los asistentes a acercarse, preguntar y quedarse.
Si asistes a una charla, quédate al final para hablar con los panelistas o asistentes clave. Y si ves una oportunidad de conexión informal, no la dejes pasar: muchas alianzas comienzan con un “te presento a alguien” o con una frase tan sencilla como “¿Qué te pareció la charla?” o “Veo que también trabajas en el sector, ¿Cómo te ha ido con este tipo de eventos?”. Romper el hielo con naturalidad puede ser el primer paso para una conversación significativa y, probablemente, para una relación de valor a futuro.
Después del evento: donde comienzan las verdaderas oportunidades
La mayoría de personas deja pasar oportunidades por no hacer seguimiento. Ese contacto que parecía tan interesado, esa conversación tan prometedora, si no la retomas, se enfría. En los primeros días después del evento, escribe a las personas con las que tuviste conversaciones valiosas. Agradece el encuentro, recuerda brevemente quién eres y plantea una siguiente acción: una reunión, una llamada, el envío de información o una idea para colaborar. Organiza tus contactos: clasifícalos, priorízalos y programa recordatorios para hacerles seguimiento oportuno. Evalúa tu participación con honestidad: ¿cumpliste tu objetivo? ¿Qué funcionó? ¿Qué mejorarías para la próxima vez?Y, si puedes, comparte tu experiencia en redes sociales o en tu comunidad. Así te mantienes visible, refuerzas tu posicionamiento y quizás inspiras a otros a prepararse mejor también.
En resumen: una invitación a participar con propósito
Los eventos son mucho más que espacios para “estar presente”. Son escenarios donde se construyen relaciones, se abren puertas, se consolidan negocios y se proyecta el futuro de tu empresa. Pero para que eso ocurra, necesitas más que presencia: necesitas propósito, preparación y seguimiento.
En Créame, hemos acompañado a miles de emprendedores y empresas a participar de forma estratégica en este tipo de espacios. Y si algo tenemos claro, es que las conexiones más valiosas no ocurren por casualidad: son el resultado de objetivos claros, una buena prospección y una preparación estratégica.
Así que la próxima vez que te prepares para una feria, una rueda de negocios o cualquier evento empresarial, hazte estas preguntas:
¿Qué quiero lograr? ¿Cómo me voy a preparar antes, cómo voy a actuar durante y qué haré después para aprovechar al máximo cada conexión?
Arma tu propio checklist de acciones clave y trabaja con intención. Porque cuando participas con enfoque, cada evento puede ser mucho más que una experiencia: puede ser un verdadero acelerador de oportunidades para el crecimiento de tu negocio.