DECISIONES CON SENTIDO: LA INFORMACIÓN COMO PILAR DEL ÉXITO EMPRESARIAL
- CREAME INCUBADORA DE EMPRESAS
- 7 oct
- 3 Min. de lectura
Por: Germán Marulanda Londoño
Consultor de Créame Incubadora y Aceleradora de Empresas

La información confiable y de calidad, es un activo clave para impulsar el crecimiento sostenible de las empresas y la sociedad en un entorno cada vez más competitivo. Las decisiones tomadas en el que hacer empresarial, se fundamentan en datos claros, precisos y actualizados. Contar con información veraz, disponible y completa es una necesidad imperativa para comprender la realidad del negocio y aprovechar las oportunidades de crecimiento que se presentan en el mercado.
La información va más allá de los datos cuantitativos; es una poderosa herramienta que tiene una incidencia directa en la toma de decisiones y el crecimiento empresarial: en Medellín, por ejemplo, según información del Observatorio de Desarrollo Económico de la Alcaldía Distrital (2024), más del 60% de las micro y pequeñas empresas no utilizan herramientas de análisis de información para su gestión, por ejemplo: un ERP que se centra en la gestión interna de la empresa (back office), o un CRM enfocado en las relaciones con los clientes (front office). Esta brecha representada en una inadecuada plataforma de gestión de la información, limita contundentemente la capacidad que tiene la empresa para crecer, innovar y adaptarse a los cambios que se presentan en el mercado. En contraste a lo anterior, una adecuada gestión de la información permite identificar oportunidades, prever riesgos y tomar decisiones estratégicas que fomenten el desarrollo empresarial.
Decidir con datos: liderazgo empresarial basado en información
La velocidad de los cambios y la incertidumbre son parte del día a día en el entorno empresarial actual, tomar decisiones acertadas no es solo una habilidad deseable sino una necesidad estratégica. Pero para decidir bien nos son suficientes la experiencia y la intuición: es necesario disponer de información veraz, disponible y completa, dado que los datos no comunican únicamente cifras, son narrativas que evidencian la realidad del negocio y abren camino al futuro organizacional proyectado.
Actualmente, la adecuada gestión de la información se convierte en el ámbito empresarial en un activo clave, no hay una estrategia sólida que no se fundamente en datos claros y relevantes, Sin embargo, todavía hay muchas organizaciones que toman decisiones importantes con base en información incompleta, desactualizada o sin un orden claro e interpretable.
La información como eje de la empresa
Cada una de las áreas de la empresa depende de una adecuada gestión de la información. Cuando esta fluye con claridad, las decisiones son más certeras y los riesgos, más manejables. Aquí algunos ejemplos que muestran como la información permite desarrollar acciones concretas:
Finanzas
Los indicadores financieros brindan una visión clara del desempeño económico y facilitan la toma de decisiones estratégicas. Un negocio sin métricas financieras claras está tomando decisiones a ciegas.
Planeación estratégica
Definir metas claras permite medir el avance real del negocio y ajustar el rumbo a tiempo. Lo que no se mide, no se mejora.
Gestión del talento humano
Una cultura organizacional clara incrementa el compromiso y la retención del talento. La cultura es el pegamento que une al equipo y marca la diferencia.
Operaciones
Estandarizar procesos asegura calidad, reduce tiempos y mejora la experiencia del cliente. La eficiencia nace de la repetición bien hecha.
Producción o prestación de servicios
Integrar tecnología en la producción genera eficiencia y valor diferencial.
Producir mejor y más rápido sin sacrificar calidad sí es posible.
Propuesta de valor
La propuesta de valor debe responder a una necesidad real y diferenciarse de la competencia. Si no resuelves un problema concreto, estás fuera del radar del cliente.
Decidir bien es un proceso
La toma de decisiones estratégicas no es solo responsabilidad del gerente o el director general. Es un proceso colectivo que debe estar respaldado por métodos, información y análisis adecuados.
Además, existen diferentes estilos de decisión: por estudio, por experiencia, por intuición, por presión emocional, entre otros. Sin embargo, cuanto más complejo el entorno, más importante es combinar datos duros con juicio informado. “La intuición sirve, pero no reemplaza el análisis”.
Contar con información confiable no basta. Es necesario gestionarla estratégicamente. Eso implica:
• Recolectar datos relevantes, internos y externos, con un objetivo claro.
• Procesar esa información para ordenarla, clasificarla y hacerla legible para el análisis.
• Analizar los datos para identificar causas, tendencias y oportunidades.
• Socializar el conocimiento dentro de la empresa para que se convierta en acción.
• Decidir de forma consciente, considerando riesgos, impactos y alternativas.
El llamado: decisiones con propósito, datos con sentido
Si queremos empresas sostenibles y directivos verdaderamente estratégicos, necesitamos transformar nuestra relación con la información. Eso implica no solo recoger datos, sino organizarlos, analizarlos y socializarlos adecuadamente para convertirlos en conocimiento útil.
Y tú, ¿cómo estás tomando las decisiones que definen el rumbo de tu empresa?
Una decisión bien informada no solo resuelve problemas: previene errores, anticipa oportunidades y construye confianza dentro y fuera de la organización.



